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¿Las emociones poseen vida propia? Transforma tus Resultados con Inteligencia Emocional.

¿Te ha sucedido que ante una situación de estrés o frustración tu reacción emocional se sale de sus límites?

¿Te ha pasado que después de esa reacción tienes una sensación de “¡Diablos, no debí decir o hacer eso!” ?

¿Por qué reaccionas así?

Déjame te cuento que el tener esto bajo control y darle un buen trámite a estas situaciones requiere de algunas habilidades que puedes desarrollar y que son parte de Tu Inteligencia Emocional.

¿Recuerdas que en un artículo pasado te hablé del FeedBack WEI que significa FeedBAck with Emotional Intelligence en el que te conté de lo importante que es generar procesos de retroalimentación con inteligencia emocional?

Bueno pues permíteme contarte hoy ¿Qué es la Inteligencia Emocional? ¿Qué beneficios tiene desarrollarla? Y cómo esta puede ayudar a tus procesos de desarrollo personal, de Liderazgo de servicio, en la cultura y estrategia de tu empresa, los Resultados etc., Y fundamentalmente en tu Vida personal ya que de aquí salen los resultados del resto de las áreas.

“La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer las emociones – tanto propias como ajenas – y de gestionar nuestra respuesta ante ellas. La podemos definir como el conjunto de habilidades que permiten una mayor adaptabilidad de la persona ante los cambios, ante la vida cotidiana y sus situaciones tan variantes.”

La inteligencia emocional por Daniel Goleman

Vamos a ir desmenuzando qué habilidades son estás, pero antes, te quiero explicar algo:

¿De dónde surgen las emociones? ¿Son reacciones incontrolables, poseen vida propia?

¡Parece! Pero No, te cuento que los Resultados que hoy tienes en tu vida sean BUENOS o NO TAN BUENOS, no tienen nada que ver con las Situaciones que te acontecen SI no con las Emociones que estas generan y que te llevan a tomar Decisiones y Acciones, teniendo como Resultado algo que te gusta o disgusta.

Y hay algo muy real y aún más profundo, “Las emociones no salen solitas”, aunque si son instantáneas, pero tienen un previo interesante.

Las emociones surgen de pensamientos que uno ya trae y que han sido creados por ti, por lo que has vivido y vives, generando pensamientos de lo que es y debe de ser (según tu), es decir, son aprendizajes y todos tenemos diferentes… (aquí también el origen de las diferencias personales y naturalmente de la necesidad de desarrollar habilidades de inteligencia emocional para adaptarnos a los cambios, como dice Goleman).

Entonces, estos pensamientos al verse confrontados y puestos a prueba hacen salir nuestro Neandertal interior cargado de emociones…

¿Has detectado qué pensamientos recurrentes tienes? ¿Cuáles son para ti un “Must to be” de la realidad? Te invito a darte cuenta y preguntarte ¿Qué reacciones genera en mi este pensamiento recurrente?

Hasta aquí seguimos hablando de emociones negativas, pero hago un paréntesis para decirte que: funciona exactamente igual con las positivas y los efectos duplican los buenos resultados.  ¿Qué situaciones te detonan alegría, entusiasmo, motivación? ¿Qué pensamiento y creencia hay detrás de esta reacción? Seguro encontrarás un aprendizaje interesante que te puede ayudar incluso a minimizar y/o modificar las emociones que te cuestan trabajo. Recuerda, mientras más impulsos positivos generas en tu mente, tus comportamientos se tiñen del mismo tono y por ende tus resultados cambian.

Y entonces, cuando las cosas no son como tú has aprendido o como tu esperas, tus pensamientos se ven atacados, confrontados, cuestionados y por ende sientes algo: Frustración, enojo, ansiedad, etc… ¡Ves!, no salen solitas, traen un previo y por ende son manejables y modificables.

El primer paso es reconocerlas: Revisa ¿Cómo reaccionas ante ciertas situaciones, siempre es el mismo tipo de reacción, emoción, pensamiento?

Ahora, ¿cuáles son esas habilidades de inteligencia emocional que nos ayudarán a manejar de mejor manera las situaciones cotidianas y las no cotidianas, sorpresivas, invasoras etc?

Hay dos tipos:

Intrapersonales: se encargan de trabajar con las emociones propias, por ejemplo: autoestima, resiliencia, flexibilidad, autocontrol, automotivación, etc.

Interpersonales: Tiene que ver con tu interacción con los demás como son: Diplomacia, empatía, asertividad, mediación, etc.

Yo te preguntaría:

¿Te aceptas con lo que eres y quién eres?

¿Qué tan flexible eres ante los cambios de ruta en tu vida?

¿Te adaptas con facilidad?

¿Te desbordas cuando algo no sale como tú quieres?

¿Requieres que te reconozcan y motiven todo el tiempo para dar buenos resultados?

¿Cómo haces para mantenerte optimista y motivado?

¿Cómo reaccionas cuando las cosas no se hacen como tú quieres? (Sinceramente)

¿De qué manera expresas tu inconformidad o arreglas una diferencia?

¿Antes de hablar piensas lo que vas a decir o dices lo primero que te viene a la mente?

¿Tratas de mediar una situación o sumas al conflicto?

¿Aceptas las emociones y acciones de los demás?

Si al responder pensaste en “tu jefe, tu pareja, tus colaboradores” Red Flag para ti, el mundo cambia cuando cambias primero tu. Ojo con eso, evalúa y modifica siempre en función a ti.

¡Revisa tus respuestas y detecta cuál es la que más te cuesta, la que dices “Y que! Así soy” o “si soy”

Elige una y medita:

¿Qué pensamiento recurrente hay ahí?

¿De dónde aprendí? ¿Cómo sería mi vida si reaccionara diferente?

¿Cómo puedo mejorar?

¿Qué acción mínima puedo hacer para cambiarla?

¿Qué pasaría si fuera más asertivo, flexible o diplomático?

¿Cómo contribuiría un cambio a mis relaciones en el trabajo y en mi vida diaria?

Pequeñas acciones modifican tus resultados, ¿no sabes cómo empezar? Te invito a leer el siguiente artículo o a escribirnos.

Aquí te dejo algunos beneficios de desarrollar estás habilidades y mejorar tu inteligencia emocional.

  1. Duermes mejor y por ende te vuelves más productivo y pro-activo.
  2. Los demás te ponen menos trabas porque tu mood es más positivo.
  3. Te tardas menos en hacer tus tareas del día porque te enfocas en buscar el bien común.
  4. Tus relaciones interpersonales mejoran sustancialmente, menos conflictos.
  5. Tomas los cambios con más facilidad y te adaptas más rápido.
  6. Tu digestión mejora, los dolores de cabeza disminuyen, mejora tu presión arterial, etc. ¿Sabes por qué? Porque el cortisol y la adrenalina disminuye y cuando esto sucede la sangre se distribuye mejor y eso te ayuda a digerir de una mejor manera, a pensar y resolver situaciones con mayor facilidad, a concentrarte y avanzar con rapidez y a moverte con sentido.
  7. Vives más consciente y presente.
  8. Tu equipo mejora, recuerda que la conducta se moldea y para esto se requiere ser ejemplo de lo que se predica. ¿Quieres Liderar al mejor equipo y tener a la mejor familia, los mejores amigos? Cambia, no eres un árbol, puedes moverte y florecer en cualquier lugar, es cuestión de actitud.

¿Detectas algún otro beneficio? Coméntanos cual…

Te invitamos a tomar acción en el desarrollo de una y a contarnos cómo lo estás haciendo.

Si no sabes cómo estás en cada área te invitamos a leer nuestro siguiente artículo donde te contaremos como saber medirte en cada área y cómo desarrollarla.

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1 pensamiento sobre “¿Las emociones poseen vida propia? Transforma tus Resultados con Inteligencia Emocional.”

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